*Ves tú y me explicas por qué contra más lo oigo, peor me suena



Alguna vez, sobre todo de pequeños, a todos nos han dicho que está mal escuchar conversaciones ajenas. No lo pongo en duda, pero es que hay ocasiones en las que, por más que uno se esfuerce, no puede evitarlo.

Por ejemplo, cuando estás en una cola para pagar algo o entrar a algún lugar, si no es lo que dicen los de delante, es lo que comentan los de detrás. Como tú estés calladito, irremediablemente te enteras de las charlas de otros.

Este fin de semana he tenido que hacer dos colas… Y me he espantado, pero no por el qué decía la gente, sino por el cómo lo decía.

Y no me refiero a cosas como:

-*Cuando haiga lo compraré…
-*Me se/Te se caen los pantalones…
-*Andé ayer por allí…
-*Dijistes que vendrías…
-*¿Trajistes lo que te pedí?
-*Venistes antes de tiempo…

Sino a otras expresiones. Como el “contra”. Contra siempre ha significado oposición entre dos cosas, pero se está empezando a utilizar como sinónimo de “cuanto”. Seguro que lo habéis escuchado:

-*Contra más aprietes el tapón, más te costará abrir la botella.

¿Será que los hablantes han hecho la conmutación porque “cuanto más” se utiliza para expresar también oposición (más concretamente, contraposición)? Porque sería una lógica inconsciente increíble…

También he escuchado otra que no he sabido como encajar: la sustitución de “vas” (2ª persona del singular del presente simple del verbo ir) por “ves”. ¿Esto qué es lo que es? ¿Qué la gente pronuncia mal el “vas” o que prefiere utilizar el verbo ver?

-*Si no te gusta, ves tú y se lo dices.

¿Perdón?

Hay sonidos que se pierden, como el de la de (“d”) en posición intervocálica (*pescao por pescado), o sonidos que mutan, como el de la de en posición final (*Valladoliz, *Madriz). (Hay que ver qué mal tratamos a la de…) Me vienen también a la cabeza la pobrecita elle, de la que nadie se acuerda, y otros muchos fenómenos lingüísticos que no es cuestión de exponer aquí.

Sin embargo, aunque ya no me sorprendan pero sí que me chirríen, soy capaz de analizarlos… Estos que he escuchado este fin de semana, no.

Vale que “hablar mal” (ya lo dije en el post del otro día) es lo que hace evolucionar a las lenguas, pero, a pesar de que parezca extraño, siempre hay un patrón lingüístico detrás…

El contra y el ves, ¿de qué manga nos los hemos sacado?

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