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Mostrando entradas de noviembre, 2014

El género bobo

Si el género masculino lo integran los machos y el femenino, las hembras, existe un tercero que está compuesto por féminas y varones a la vez, que pertenecen a cualquier estatus social, país del mundo y confesión. Puede sonar cómico (“¿Un tercer género? ¡Qué tontería!”), pero es un asunto de lo más serio que habría de preocuparnos a todos por igual. Digo más: tal vez deberíamos de haber empezado a sentir auténtico miedo. Porque tú que me lees y yo que escribo, engrosamos con nuestro nombre y apellidos la larga lista de individuos del tercer género que colaboran cada día con sus actos a hacer del mundo un lugar peor. Este fenómeno no es de carácter biológico, sino de carácter social, y obedece a un único patrón: la falta de educación. Y es que hace tiempo que no se educa, sino que solo se adiestra. No se educa en casa, bien porque los padres no tuvieron educación (y no se puede dar lo que no se tiene), bien porque delegan en los profesores. Los profesores, a su vez, no ed

Nueva práctica de ¿belleza?

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Estaba yo tan feliz leyendo una noticia sobre “Lammily” (una nueva muñeca que quieren sacar al mercado con medidas basadas en el estándar de mujeres reales y que viene, además de con su ropa y demás enseres, con pegatinas que te permiten customizarla con acné, celulitis y demás) cuando, al llegar al final de la página, me topé con las supuestas noticias relacionadas… Una de ellas hablaba sobre una “nueva práctica” de “belleza” que está causando furor entre las celebrities … Usar corsé… No hay escala métrica en este mundo que me permita describir cuánto se me descolgó la mandíbula al leerlo. Usar corsé… Ya no basta con hacer dietas milagro que consisten en sustituir grupos de alimentos por guarradas de farmacia varias, echarse potingues que contienen vaya usted a saber qué y matarse con prácticas deportivas más propias de artistas circenses que de seres humanos corrientes… Ahora también, para ser hermosa, es necesario retornar al pasado y volver a comprimirse

Gracias, Ministro Wert

Dice el Ministro de Cultura, Wert, que “los músicos tienen que cobrar menos por sus actuaciones”, y como es un hombre que va de frente, sincero y que no tiene nada que ocultar, lo suelta así, sin miedos, en una entrevista para Rolling Stone . ¡Y qué razón tiene, por Dios! Sí es que sois de lo peor los músicos... ¿Qué os creéis? ¿Que por haberos pasado media vida en escuelas de música y conservatorios podéis cobrar a quienes os contratan lo que os venga en gana? ¿Que por amenizar unas fiestas populares o una festividad cualquiera, o por acudir a una sala de conciertos, un festival o realizar una actuación puntual merecéis sacar tajada por hora y media o dos horas? ¡Vagos y maleantes! Afortunadamente, a él no le engañáis. Si sois de Corcos del Valle y os bajáis hasta Chinchón para hacer un bolo, absteneos de pedir un precio exagerado por vuestros servicios. Después de todo, ¿cuánto gasto exige desplazar a una, dos, tres, diez, quince personas hasta allí, alimentarlas

Dime de qué presumes...

Dicen por ahí, o, al menos, eso he escuchado yo, que “quien se olvida de dónde viene, no sabe a dónde va”. Y pienso que es una verdad como un templo. ¿Será por eso que se dice? No sé en quién pensará quien lo dice cuando lo dice, pero yo, cuando lo escucho, me acuerdo de aquellos a quienes a mi abuela le gustaba llamar “pobres con la panza llena de sopas”. Gente que por poseer abultadas nóminas se cree en potestad de aleccionar a los demás sobre el mundo y sus vaivenes, sobre la vida y sus caminos, sobre la humanidad y sus singularidades. Los que por comprarse un Mercedes saben más de motores que el mecánico de toda la vida. Los que por adquirir un iPad saben más de informática que el licenciado en programación. Los que en vacaciones se van a veranear a playas de arena blanca porque resulta más chic compartir esas fotos en Instagram que las de la catedral de Toledo. Los que han conocido anteayer a Panama Jack pero presumen de ser íntimos de toda la vida. Los que toman