LISTA DE MATERIAL ESCOLAR: UNA TABLETA Y CONEXIÓN A INTERNET



Ayer terminé de leer En_línea. Leer y escribir en la red, de Daniel Cassany (muy interesante, por cierto) y, ya metida en el tema, me ha dado por buscar información sobre la educación en la era digital, Internet y los colegios, el nuevo libro de texto, etc.

Algunas de las opiniones que he visto o leído que más me han llamado la atención son estas:

-No me molestes, mamá, estoy aprendiendo (programa nº 75 de Redes): https://www.youtube.com/watch?v=usRHveRfLgU

-Venta digital de libros de texto, un post en el blog Antinomias libros: http://antinomiaslibro.wordpress.com/2014/02/26/libros-texto/#more-2798

-¿Qué será de los libros de texto?, una entrada de Los futuros del libro1: http://futurosdellibro.com/que-sera-de-los-libros-de-texto/

Si podéis echarles un vistazo, comprobaréis que todos son muy optimistas en cuanto a la digitalización de las aulas y la enseñanza se refiere. Todos hablan de que se debe producir un cambio de paradigma, que el papel de los interventores ha de cambiar radicalmente…

Pero, a no ser que yo no me haya enterado muy bien y que tenga deficiencias en mi comprensión lectora, creo que ninguno se moja y dice “hay que hacer esto o aquello”. (A excepción del libro de Cassany, ese sí da pistas.)

Sí, sí. Muy bien, hay que cambiar (se sabe), hay que adaptarse a las nuevas necesidades generacionales del alumnado (se sabe). Perfecto. Ahora, expertos, ¿cómo?

¿Qué hay que hacer?

Dicen que los que no somos nativos digitales tenemos que hacer un esfuerzo enorme para adaptarnos a estos nuevos tiempos, que necesitamos aprender cosas que antes no estaban ahí, que nunca hemos necesitado y que siempre vamos por detrás… Si esto es verdad, ¿en qué vamos a educar a los nativos? ¿Cómo vamos a utilizar herramientas que nos son desconocidas y que nos cuesta dominar para que ellos adquieran una serie de competencias vitales?

Eso por un lado, que por otro está el tema de los materiales educativos propiamente dichos.

Si todos los niños tuviesen libros de texto digitales, sería la caña: ¡Adiós, mochila de 7 kilos! Pero creo que a excepción de Antinomias (en un muy breve inciso), nadie se para a pensar en el coste que esto supondría para las familias de los alumnos.

En los vídeos promocionales, los chavales siempre salen vestidos de uniforme. Ergo, van a colegio de pago. Ergo, en su casa el dinero no es problema.

¿Pero qué pasa con el españolito de a pie? Porque aunque el libro de texto tradicional fuese caro, siempre se podía reutilizar, heredar, comprar de segunda mano e incluso (no me creo que yo diga esto) fotocopiar. Supone un desembolso importante que entre padres, colegios y antiguas becas, al final, se apañaba.

Los nuevos tiempos no solo exigen que los colegios se modernicen, sino que familias enteras lo hagan. No es que esté mal, es solo que con la de desempleo que hay, ¿quién asegura que los padres de todos los niños puedan comprar ordenadores (al menos un portátil o una tableta por niño, por eso de que puedan estudiar y hacer deberes a la par y no por turnos) o contratar una línea de Internet?

¿Alguien se ha parado a pensar (no, ya lo voy adelantando) que la escuela digital puede convertirse en un arma de exclusión social?

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