Gracias, señores de Recursos Humanos



Las nuevas tecnologías nos permiten abarcar mucho más terreno, con mayor rapidez y a cualquier hora. Aplicado a la búsqueda de empleo podría ser todo un chollo: a nuestra disposición quedan direcciones de correo, formularios, cuestionarios de contacto... para un sinfín de empresas de nuestro interés.

¿Y qué es lo que ocurre realmente? Que pasamos más horas al día haciendo currículos: en Word, en PDF, relleno en el impreso estandarizado..., que enviamos más solicitudes de las que somos capaces de recordar, que nos apuntamos a más webs y plataformas de empleo que contraseñas somos capaces de memorizar... Y que al final, nadie, ¡nadie!, ni un solo administrativo de ningún departamento de recursos humanos es capaz de contestarnos.

Nada. Ni un "Gracias por participar...(pringados)". Cierto que somos muchos millones buscando un lugar en el que ocuparnos. Cierto que puede ser muy farragoso responder a todo el mundo... Pero, ¿no son capaces de escribir un correo que sirva de modelo para todos los candidatos? y, ¿si acuden a las webs de empleo, no podrían actulizar los procesos? Es que vamos...

¿Puede ocurrir que, como ellos tienen un empleo, no se paran a pensar en lo desolador que resuelta pasar un día y otro día, y otro día, y otro día... enviando, rellenando, escribiendo y solicitando sin que ni un alma te agradezca, al menos, el interés por pensar en su empresa?

Hemos llegado a una situación tan al límite (y eso que límite ya es un término absoluto), que los españoles, en vez de buscar trabajo, lo mendigamos.
Y lo triste es que existe una diferencia muy grande entre pedir y mendigar, porque el segundo, lleva implícita la humillación en su significado.

Entradas populares de este blog

Tetas, tetas, tetas

Vivir en el infierno, o tener de vecinos a Homer Simpson y señora

Carta a una excompañera