Los visionarios y yo

Este fin de semana he mantenido un debate de lo más interesante con unos amigos. Me sentí como una cabezota irracional. Me decían que no quería "caer del burro", contradecían, negaban y reducían al absurdo mis argumentos. Al final, acabaron mofándose de mi por haber empleado la expresión "crean una necesidad que no existe y después te inducen a pensar que no puedes vivir sin ella". Me dio igual. Acabé siendo atacada por todos los flancos y ridiculizada, pero me quedo con la satisfacción de haber debatido sobre un tema tan interesante: las nuevas tecnologías.

Mis argumentos se reducían a dos:
  1. las empresas de nuevas tecnologías crean necesidades absurdas para que consumamos (como ya he citado en el párrafo anterior),
  2. la aparición y evolución de las nuevas tecnologías es superior a nuestra capacidad de asimilación.
Coincidía con ellos en que una empresa lo que quiere es vender, pero ellos no entendían que existe (al menos a mi parecer) un límite que estas han sobrepasado: una misma empresa de telefonía, de informática, de videojuegos... saca al mercado un aparatito nuevo cada muy poco tiempo. Tan poco tiempo, que el producto anterior no se aprovecha.

Coincidía con ellos en que los padres (los adultos en general) son los encargados de enseñar a los más jóvenes a utilizar esos nuevos productos (no en el sentido de que la tecla "on" enciende y la "off" apaga). Tienen la responsabilidad de inculcar en los niños y adolescentes que existe moral también en Internet, por ejemplo; que digital no implica faltar al respeto, ofender, robar, etc... Sin embargo ellos no comprendían que, aunque exista un gran número de adultos que sepan lo que es (o manejen) Amazon y Facebook, son muchos más los que desconocen este nuevo mundo.

Criticaban la falta de responsabilidad de aquellos que no querían estar informados en cuanto a tecnología se refiere, y yo les decía que estar informado sobre tecnología se ha convertido en una obligación y que no tendría por qué ser así. Pusieron el grito en el cielo.

¿De verdad es necesario cambiar de teléfono móvil cada año? ¿Y comprarse una tablet teniendo ya un Pc? ¿Por qué se han de conocer todas y cada una de las redes sociales y, además, tener una cuenta abierta en ellas? ¿Por qué se necesitan aplicaciones que calculen el ciclo menstrual de las mujeres o que monitoricen el sueño?

Y lo que más me trastorna: ¿qué satisfacción obtiene un adulto hecho y derecho de criar y alimentar a una mierda (o Pou) en su "smartphone"?

La conclusión a la que llegué gracias a sus razonamientos es que, en otro tiempo, yo me hubiese opuesto al uso de la penicilina.

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