Si trabajo soy feminista, ¿pero si cuido de mis hijos no?
Existe una
cosa en el mundo que me molesta más que un hombre machista: una mujer machista.
Principalmente porque me parece un hecho contradictorio y básicamente porque no
consigo llegar a entender qué procesos mentales les han conducido a tal
condición.
Ahora bien,
existe otra cosa que me molesta más todavía que una mujer machista: una
feminista extrema.
Parece que en
los últimos años las tendencias se han radicalizado y, ahora, ser feminista no
significa estar en contra de determinados perjuicios o conductas que colocan a
la mujer por debajo del hombre, sino transformar en una cruzada cualquier
hecho, por insignificante que sea, y tachar de sumisa a toda mujer que, por
hacer lo que quiere, no encaja dentro de los nuevos roles que se pretenden
establecer.
Me explicaré.
Hasta hace muy
pocos años, lo común y lógico era que, cuando una pareja se casaba, la mujer
abandonase su puesto de trabajo y se dedicase al cuidado del hogar y de los
niños.
Sin embargo,
hoy, inmersos en la modernidad, tachamos (especialmente las mujeres) de dóciles,
subyugadas e incluso de locas a aquellas que deciden dejar a un lado su carrera
profesional para dedicarse a su vida familiar.
¿Nadie se ha
parado a pensar que una mujer que se sienta plenamente liberada es capaz de
considerar esta opción entre otras muchas?
¿Por qué nos
cuesta tanto entender que existen mujeres que prefieren priorizar a sus hijos
sobre sus empleos? Como los hombres no suelen hacerlo, ¿nosotras tampoco
debemos?
¿Por qué
enseguida nos lanzamos sobre ellas y las criticamos?
No lo sé.
¡Pero no hay
problema! Porque la crisis está ayudando enormemente a esta causa: ¡con los
salarios actuales, las mujeres no caerán en la estúpida inclinación de
renunciar a sus trabajos! ¡Hacen falta dos sueldos para mantenerse!
Es más,
algunas no serán tan idiotas como para dejarse engañar por la sociedad
patriarcal y ejercer como úteros, porque con un único pan que traen los niños
al mundo bajo el brazo, no da para hacer bocatas de chorizo hasta que cumplan
los dieciocho.