¿Por qué dicen “plan estratégico de reestructuración” cuando quieren decir “despidos a mansalva”?
Puede que la
primera vez que lo oyésemos pasase desapercibido, pero después de años de
crisis y de aprendizaje a palos, los eufemismos con los que los empresarios han
tratado de tomarnos por tontos ya empiezan a ofender.
¿Por qué dicen
“plan estratégico de reestructuración” cuando quieren decir “despidos a mansalva”?
Y a pesar de
que saben que sabemos, se empecían en hacernos comulgar con ruedas de molino,
como si con lo primero no fuese suficiente: “este plan estratégico servirá para
hacer productos geniales, tener mejores resultados y que crezca el beneficio de
nuestro negocio”.
Gracias a la
experiencia sabemos que esto se traduce en que los mejores resultados y el
crecimiento del beneficio se deducen de la reducción de los sueldos acontecidos
de la dichosa reestructuración… Lo que no sé es cómo esperan que creamos que a
menor mano de obra cualificada, mejores resultados.
¿Por qué si
antes para fabricar, distribuir y comercializar bolsas de patatas hacían falta
500 personas, ahora, de repente, ya no hacen falta; pero, sin embargo, esas
patatas van a ser mucho mejores?
Cuando notan
que se les ve el plumero, se defienden: “hemos sufrido pérdidas a las que no
podemos hacer frente, y es necesario tomar medidas”.
Pérdidas… No
se puede perder lo que no se ha tenido. Pero es que tampoco entienden que nos
damos perfecta cuenta de que contabilizan como “pérdidas” la horquilla de
beneficios proyectada para un año y que no se ha conseguido. No es que “pierdan”
nada, es que no llegan a ganar ese plus que se habían propuesto.
Esto se
traduce a su vez en que las consecuencias de su avaricia desmedida las sufrimos
los trabajadores en las propias carnes.
Si durante un
año ganaron X, al año siguiente quieren ganar X + 2, sin tener en cuenta que
otros tantos como ellos también hacen cábalas imposibles mientras se suceden
los “planes estratégicos de reestructuración”… Cuanta más gente haya sido “reestructurada”,
menos gente podrá aportar a que X se transforme en X + 2… De ahí salen sus
dichosas “pérdidas”. Lo que, obviamente, conduce a una nueva “reestructuración”
y así, sucesivamente.
Yo no soy
empresaria ni me lo propongo. Yo no tengo una licenciatura en Administración y
Dirección de empresas y mucho menos un MBA, pero creo que algo de sentido común
tengo.
Y pienso que
si se realizan los cálculos de los ejercicios económicos del periodo siguiente
sin tener en cuenta las circunstancias sociales que pueden afectar a esos
ejercicios, las empresas siempre van a sufrir “pérdidas”.
Y también
pienso que como esto es la pescadilla que se muerde la cola, el ciclo nunca
acabará con estos planteamientos.
Lo cual me
lleva a pensar que o igual que yo los empresarios que dirigen sus empresas y
nuestras vidas tampoco tiene licenciaturas en ADE y MBAs, o son más tontos que
grandes.
Aunque puede
que sea una suma de las dos…
Hace tiempo
que descubrimos que gobiernan las empresas y que los gobiernos solo están ahí
para legitimar sus prácticas (y restringirnos a nosotros las nuestras para que
no podamos luchar contra unos ni quejarnos a los otros)…
Esto hace que
me pregunte de qué se piensa que vivirá le gente sin escrúpulos cuando nos haya
desangrado a los demás por completo.