Mal de muchos...
No es lo mismo estar parado que estar desempleado. Eso es obvio. Hay personas que no tienen un trabajo remunerado, pero que se cargan de quehaceres en su rutina diaria para mantener la mente ocupada y "no pensar" en la situación que viven. Da lo mismo que sean las tareas domésticas que hobbies, el caso es no quedarse quieto un minuto para continuar sintiéndose activas. A mí me ha dado por leer (más), escribir (más) y por hacer manualidades. Tengo las paredes de mi casa como las de una guardería. No tengo niños (ni posibilidad de tenerlos viendo mi situación), pero llenar las paredes de formas coloridas y optimistas me ayuda a aguantar la sonrisa en la cara. Pero, ¿qué pasa con aquellos que ya no encuentran consuelo en actividades banales, como puedan ser montar puzzles o plantar geranios? ¿Qué pueden hacer quienes tienen grabados a fuego los días que están pasando apuntados en las listas de las oficinas de desempleo? Personas con hijos, padres mayores o enfermos a su ca...