Reflexiones de una joven-adulta
Sea porque estreno los 27, sea porque llevo un año y pico sin un trabajo estable, el caso es que me ha dado por pensar un poco. Recuerdo que a los 14 años tenía ganas de ser mayor: no tenía edad de muñecas, pero tampoco de bares o discotecas. No hacía lo primero y tenía unas ganas locas de descubrir lo segundo. Mi madre siempre me decía que no tuviese prisa en crecer, que disfrutase de cada etapa de la vida, porque solo se tenían 14, 15, 16… una vez. A los 18 me moría por empezar la universidad, seguía teniendo prisa. Fue una época maravillosa: podía ir y venir (casi) a donde quisiera, conocía a gente nueva (casi) constantemente, aprendía cosas nuevas (casi) cada día… Con 22 lo que quería era acabar los estudios de una vez, ponerme a trabajar, ser independiente económicamente hablando para multiplicar el número de experiencias alucinantes que había vivido hasta entonces. Si con 18 estaba genial alquilar una casa rural con los amigos, en ese momento se me quedaba pe...