No me gusta que nos tomen por tontos

Todos los años, desde que empezó la crisis, nos la quieren colar. Como nos toman por idiotas y como el verano, con el calor, aplana a la gente durante las horas principales del día, pues aprovechan para contarnos "noticias" alegres. Por eso de mantenernos contentos en vacaciones.

Vamos a ver. Por todos es sabido que España, para nuestros amigos europeos, es sinónimo de sol, playa, tinto de verano y paella, fiesta, discoteca y "ole, ole, ole". Cuando tienen quince días libres, se acercan a nuestras costas para torrarse en la arena y volver después a sus hogares con quemaduras de segundo grado y fotografías de borracheras indecentes...

"El paro ha bajado en el segundo trimestre del año... Se han cubierto nosécuántos mil puestos de trabajo..." ¡Alegría! ¡Ya somos menos millones desempleados! ¡Qué bien! Hala, feliz verano.

¡Que no! ¡Que no nos chupamos el dedo! Que sabemos perfectamente que los que están trabajando ahora lo hacen porque en los chiringuitos y hoteles es temporada alta. Que hace falta gente que lave toallas, coloque hamacas y tumbonas, que ponga copas y horchatas...

Y también sabemos que, como cada septiembre, los guiris recogerán sus bañadores y sus sombrillas y se marcharán de nuevo al sombrío norte. ¿Y entonces? ¿Como ya vuelve el invierno, y activamos el "modo seriedad", podemos asumir con madurez y resignación que esos nosécuántos mil se quedan de nuevo en la calle?

Ya está bien, ¿no? Cierto que primero votamos a unos y después votamos a los otros, pero ya hemos escarmentado. Cambiaréis de programa electoral, pero las patrañas que contáis los unos y los otros son las mismas en  las mismas épocas del año.

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