Tetas, tetas, tetas
Kristina
Pimenova, Indy Clinton, Jasmine Tridevil, Miranda Kerr, Madonna… Todas ellas
han sido noticia recientemente por motivos profesionales. La prensa
internacional les ha dedicado un espacio en sus webs para que todo el mundo se
entere de lo que hacen y dicen:
“La niña más
guapa del mundo”
“La
australiana que consiguió el sueño de muchas”
“Se implanta
un tercer pecho para ser famosa”
“Victoria’s
Secret despliega sus alas”
“Madonna,
modelo de Versace”
Pero yo, que
soy muy yo, entre las líneas de tanto titular lo único que entiendo es:
Niñas
sexualizadas por la industria de la moda gracias al consentimiento paterno… (Tiene 9 años).
Adolescentes sexualizadas
que cobran 600$ por selfie en bikini… (Tiene 17 años).
Chichas que
afirman haber pagado 15.000€ para ponerse un tercer pecho e hipersexualizarse para hacerse famosas… (Tiene 21 años).
Mujeres sexualizadas
que amasan fortunas por lucir en ropa interior… (Tiene 31 años).
Señoras que
pasan por el quirófano una y otra vez para no dejar de ser iconos sexuales… (Tiene 56 años).
Vamos, siempre
lo mismo: tengas ya las tetas o no, el mundo te valorará y juzgará por lo bien
o mal que luzcas el sostén.
Y luego no
entendemos por qué en Alemania se ha de enterrar a una mujer (que tenía 23 años) por
tratar de defender a otras del acoso de un hombre (http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/03/actualidad/1417621914_878960.html
) o por qué se sigue permitiendo que en países como Arabia Saudí se vulneren
los derechos de las mujeres, donde se las prohíbe entrar incluso en algunos
restaurantes (http://elpais.com/elpais/2014/11/27/estilo/1417107816_582048.html
). Si es que encontramos las noticias, porque estas nunca salen en titulares…
Quizá, tal
vez, digo yo, no lo sé, deberíamos empezar a hacer más caso a las segundas que
a las primeras…