Informadores que "malinforman"



Hace más de un año inicié un debate en la red social LinkedIn en el que preguntaba lo siguiente: ¿Son conscientes los blogueros de la importancia de una buena redacción para ganar seguidores? ¿Se valora la expresión o solo se centran en el contenido?

Como os podéis imaginar, dadas las profesiones o gustos de quienes debaten, todos defienden la gramática a muerte. Hasta aquí, nada raro, la verdad, lo que cabía esperar. 

Pero no os podéis pasar a imaginar la sorpresa que me he llevado cuando una persona (sin nombres) ha comentado que “una buena redacción no es en absoluto necesaria para ganar seguidores, salvo que hablemos de seguidores de calidad (cultivados, con criterio y exigentes, que son una minoría)”.

He puesto el grito en el cielo cuando lo he leído. Pero también en el infierno cuando he comprobado la profesión de esta persona: informador en una cadena de lo más conocida (sin nombres también).

Con toda la educación que he sido capaz de reunir le he contestado. Pero, como lo que de verdad pensaba quedaba fuera de los límites de los buenos modales, no me he quedado a gusto.

¿Qué clase de profesionales de comunicación y prensa tenemos en este país que se creen con derecho a decir tales barbaridades?

No hago más que pensar que, como la mayoría somos unos incultos sin criterio, esta persona hace su trabajo con toda la desgana, dejadez y falta de rigor lingüístico del mundo.

¿Cómo hacer entender a la  gente que se hable de lo que se hable, se escriba de lo que se escriba, cuanto más correcta y concienzudamente se haga el resultado será mucho mejor, si hay quienes viviendo de ello se pasan las normas ortográficas y gramaticales por el forro?

Tener que aguantar que un “informador” reconozca que informa escribiendo mal para que los pobres mortales lo entendamos ha llenado mis almacenes de asco hasta los topes.

Entradas populares de este blog

Tetas, tetas, tetas

Vivir en el infierno, o tener de vecinos a Homer Simpson y señora

Carta a una excompañera