De nuevo con ustedes, María cabreada
Será porque hace mucho que no escribo, será porque vuelvo a
tener la oficina en casa y eso me ahorra desplazamientos, será porque me he
cabreado viendo un anuncio… Será por lo que sea o por todo lo mencionado a la
vez, pero lo cierto es que hoy me apetecía publicar un post porque me siento estafada.
Y ha sido gracias a Marcelo y sus coleguis futbolistas que me he dado cuenta del gran timo que me
están colando.
Actualmente se emite en televisión un anuncio de una
conocida marca de productos cosméticos y balones de playa, que se caracteriza
por su bonito color azul con tipografía blanca… Bueno, esto es lo de menos.
El caso es que están Marcelo y cía con la piel súper seca
por pasarse el día echando pulsos y evitando tornados en descapotable, y
deciden ir a los vestuarios (¿por qué no al baño de su casa? No lo sé. Igual
que no sé por qué se dedican a conducir descapotables entre tornados) para
hidratarse bien el cutis. Pero cuando abren el casillero, ¡oh! sorpresa, está
lleno de botecitos de color de rosa que tienen un coro moñas que los acompaña…
¡Tranquilos! ¡Qué no cunda el pánico! Ya avisa la voz en off de que a ellos no les va a hacer
falta utilizar tanta parafernalia, les basta con una única cajita, repito, de
color azul y letras blancas, que les aliviará la piel, les dejará estupendos,
guapérrimos y súper deseables para continuar haciendo lo habitual en su día a
día. (Supongo que después de darse la crema, se irán a cavar un pozo con los
dientes o a escalar el monte Everest en bicicleta).
¿Es o no es una estafa?
¡Lo es! ¡Lo es!
¿Por qué yo tengo que utilizar un sinfín de productos que
provoquen en mi piel el mismo efecto que uno solo en la piel de estos machotes
futbolistas?
¡Si yo no esquivo tornados! ¡Si yo llevo una vida normal,
con una exposición normal a la polución de Madrid!
¿Qué pasa si me revelo y decido dejar de utilizar los
trescientos botecitos rosas y me compro solamente la crema que se aplican los
jugadores del Real Madrid?
¿Me saldrá barba? ¿Me aficionaré a cortar el césped de mi
jardín con guadaña? ¿Sentiré una irremediable necesidad de mascar tabaco y
competir en concursos de eructos?
¿Por qué a Marcelo le dicen que puede usar un único tipo de
crema y a mí me dan a entender que si quiero lucir igual de bien tengo que
gastar en tropecientos botecitos de color rosa?
Es una estafa…. Espera… ¿Es una estafa… o un insulto?
Porque, y esto solo son elucubraciones según escribo, ¿y si
lo que me está dando a entender Nivea (¡mierda, ya lo dije!) es que por ser
mujer necesito esforzarme más y gastar mucho más dinero que los hombres para mantener un
aspecto físico deseable….?
A ver si lo que está pasando aquí no es que me haya enfadado
porque crea que me estafan (que lo hacen, comparad los precios de las
maquinillas de afeitar vs maquinillas de depilar, o los de las mismas cremas y
fliparéis con la diferencia que supone para un productor cosmético teñir algo
de rosa), sino que me haya enfadado porque me he tenido que tragar otro
puñetero anuncio machista…
Hmmm... ¿O serán las dos cosas?